sábado, 16 de febrero de 2008

Breve descripción y reseña sobre nuestros Sagrados Titulares

STMO. CRISTO DE LA VERA-CRUZ
La portentosa Imagen del Cristo de la Vera-Cruz es una obra anónima, de estilo gótico, realizada en la primera mitad del siglo XVI. Esta tallada en madera de ácana y mide 1,60 m. Según la leyenda popular fue ejecutada sobre un tablón de madera traído por Cristóbal Colon de América, que no dio la necesaria dimensión, por lo que la imagen puede resultar algo estrecha. Es una imponente y robusta talla que representa a Cristo muerto en la cruz. Tiene el rostro inclinado hacia el lado derecho y los ojos entreabiertos. Y la corona de espinas de tipo gótico, trenzada y sin espinas, tallada en la misma pieza. Presenta el cuerpo lleno de marcas amoratadas por el flagelo y el costado manando abundante sangre, en las manos y pies la sangre apenas es visible, pero sí en el cuello. El sudario, de tipo hebreo, está también tallado y anudado en la cadera derecha, el sudario es de un tono marrón-cobrizo. En su capilla, lo sujeta una cruz plana dorada y labrada y en la salida procesional una alborea con casquillos dorados góticos.


VIRGEN DE LA ESPERANZA

La Virgen de la Esperanza es obra del valenciano Vicente Tena. Fue ejecutada, al igual que el San Juan que la acompaña, en 1901 y su costo ascendió a 390 pesetas. Es una talla completa, propia de las imágenes labradas en la zona levantina desde la segunda mitad del siglo XIX. La antigua Virgen, con la advocación de Soledad, fue depositada en convento de Santa Clara. Su rostro es un poco más maduro que el resto de las Vírgenes de Osuna, tiene las manos cruzadas y el manto de salida es de tisú verde tejido en oro, adquirido en julio de 1904.


NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO

Representa el momento del “escarnio”, cuando los soldados lo llevaron al interior del patio, le pusieron un manto de color púrpura y una corona de espinas y se burlaron de él golpeándole la cabeza con una caña, escupiéndole… Es conocido popularmente como “el Cristo de la Caña”, por sostener una caña, a modo de cetro irrisorio, en una de sus manos atadas. Fue incorporado a la salida procesional en 1984. Hasta 1944, estuvo ubicado en un relicario-hornacina del Altar Mayor del convento de San Francisco, que necesitaba tres llaves para abrirse, una en manos del corregidor de la villa, otra en el superior de San Francisco y otra en el abad de la Colegiata. Muchos historiadores no dudan que su hechura es obra de la escuela granadina, otros incluso afirman que su autor es José de Mora. Es una talla sedente de madera policromada, realizada en el siglo XVIII. El pelo y la barba están tallados al estilo granadino, la corona de espinas es sobrepuesta, pero sin embargo el manto de púrpura que le cubre el sudario es tallado. Una Imagen llena de expresividad y dramatismo muy importante en la espalda, toda desgarrada y ensangrentada, con una magnífica policromía, donde incluso parece verse el hueso y la sangre que emana por su boca, torso, sien y rodillas. Lo que causa verdadero dolor y pena en este Cristo y lo más destacable, a parte del gran martirio en la espalda, es su mirada perdida y ausente, al mismo tiempo que se deja ver su dolor y su resignación, una de las más expresivas de todas las tallas de Osuna.
Fotografías: Cristo de la Vera-Cruz, Virgen de la Esperanza y Jesús Cautivo de Antonio J. Cuevas Garcia